Guerra de papel: La melodramática astucia de Peña Nieto

Por: Blas A. Buendía (blasalejo@yahoo.com)

  • La izquierda no puede equivocarse a la hora de condenar el aumento a las gasolinas
  • Reforma energética de Peña, resultó un engaño con el consecuente aumento en precios
  • Pemex oculta información relativa a calidad y nivel de contaminantes de gasolinas
  • Morena estigmatiza a surtidores de gasolina presentándolos como operadores del atraco

Tan igual como se ha desempeñado en vociferar a grito abierto y criticar a la supuesta Mafia en el Poder Andrés Manuel López Obrador, el Presidente Enrique Peña Nieto se transformó en una burda copia de la melodramática gañifa del sureño, al seguir defendiendo su tan desprestigiada perorata de su Reforma Energética que ha sido un rotundo fracaso, que faltando dos años para irse a su casa, el pueblo de México está que detesta al Jefe del Ejecutivo federal.
El discurso y la acción de la izquierda naturalmente están orientados a las mayorías, es por eso que no puede equivocarse a la hora de condenar el aumento a las gasolinas.
Sin duda, el reclamo es justamente de la sociedad que se siente agraviada en contra del Gobierno federal, pues prometió que gracias a la llamada “Reforma Energética” los precios de las gasolinas, el gas y la energía eléctrica para el consumo de la población no sólo no aumentarían, ¡sino que incluso irían a la baja! Todo un astuto engaño.
Millones de pesos fueron invertidos en publicidad hueca y melodramática; misma que al final resultó un engaño y consecuente alza de precios, como entre otros ya lo anticipaba el Partido de la Revolución Democrática (PRD) en conjunto con Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano.
El alza en el precio de las gasolinas tiene que ver más con las decisiones que se han tomado desde la Presidencia por recomendación de la Secretaría de Hacienda y que no son claramente expresadas hacia la población, que no solo se siente ofendida sino notoriamente mortificada del sistemático engaño de las autoridades federales.
A ello se suma la total falta de transparencia de Pemex al mantener en la opacidad toda la información relativa a las mismas: sus precios de importación, los países proveedores a nivel mundial, su calidad frente a el desgaste de los autos y, lo más importante, la medición científica de los niveles de contaminación que producen con el consecuente impacto en la salud de la población y el medio ambiente.
Hace ya más de dos meses el PRD-CDMX acudió a las oficinas de Petróleos Mexicanos (Pemex) a pedir información puntual acerca de las gasolinas que se distribuyen en la ciudad y sólo recibió una comunicación incompleta, vaga y engañosa por parte de la Secretaría de Gobernación, como si Pemex -que es llamada de manera rimbombante una «empresa del Estado»- no estuviera obligada en su carácter de ente público a informar puntualmente sobre aquellos temas derivados de su actividad y que afectan directamente la salud y el bolsillo de las y los capitalinos. Actúa como una pésima empresa privada, que anda al asecho de dañar la paupérrima economía de las familias en general.
El día de hoy, ese remedo de partido “político” que llaman Morena, de manera irreflexiva e irresponsable, y sólo en aras de lograr un efecto frente a los medios con su «acción», ha organizado un supuesto «boicot» a las gasolinas, que consiste en no pagar en su totalidad el costo de lo consumido en las gasolineras de esta ciudad.
Es indignante que Morena desde sus propios panfletos estigmatice a las y los trabajadores que surten gasolina a nuestros vehículos, presentándolos como amenazantes y “operadores del atraco” que significa no el alza en sí, sino la falta de palabra de un Gobierno federal que adolece de respuestas a sus gobernados y sus efectos económicos. Aquéllos son solo trabajadores y Andrés Manuel López Obrador los difama como parte de la Mafia del Poder.
López Obrador no solo demuestra arranques de locura, sino que ha perdido hasta el piso. Dice y hace otra cosa. No cumple con su palabra. Es un tipo que si bien es Jefe de la Mafia del Poder de la Izquierda, la sociedad también está ya cansada de andar escuchando idioteces del tabasqueño, que más parece un histriónico de una comedia teatral.
Dejar de pagar el total del consumo hoy en las gasolineras sin duda hará reír mucho al Secretario de Hacienda y a quienes controlan la importación privada de las gasolinas y no tocará ni en el más mínimo a Pemex y a su opacidad e ineficiencia, pero de llevarse a cabo sí afectará el ingreso de quienes a diario laboran como despachadores de las estaciones de servicio pues son las y los encargados de reportar la cuenta total a los dueños de las mismas y a cubrir de su propósito bolsillo cualquier faltante. De lo contrario, son inocentes carnadas para el proseguimiento de litigios penales. ¡Hasta con eso!
El PRD en la Ciudad de México, reitera su lamentación que el tema del alza en los energéticos no se conciba como debería ser: la ineludible obligación de explicar por parte del Gobierno federal las razones del aumento y el destino de los recursos que se obtienen de ellos, su impacto en la vida económica de la población y del país en su conjunto, pero no menos importante en la salud y el medio ambiente.
Raúl Flores, líder del perredismo de la Ciudad de México, presume que “nuestra lucha, como lo hace la izquierda más avanzada en el mundo, es primordialmente a favor de la inmensa mayoría que no viaja en auto privado (en el caso de la Ciudad de México el 80% de la población), en favor de más y mejor transporte público, de transparencia total en el tema de las gasolinas y su calidad y fundamentalmente en el cuidado de la salud y nuestros recursos naturales.
Pero millones de mexicanos seguirán siendo los rehenes de la melodramática astucia de Peña Nieto, quien ya no encuentra un camino de eludir la crítica constructiva y que gracias a la astucia de la Primera Dama, quien además lo ha sumido en el escándalo político que si México fuera una nación diferente, ya se le hubiera iniciado un Juicio de Procedencia, para finalmente destituirlo como Presidente de la República por su evidente incapacidad de dirigir una nación.
Y como diría la vetusta periodista de TV-Cristina Pacheco: “¡Aquí nos tocó vivir!” Ni hablar…, qué se le puede hacer cuando este barco, llamado México, cada día va en franca picada.

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